Las cuchillas de respaldo son fundamentales en el proceso de impresión, ya que brindan estabilidad y soporte a la rasqueta. Al mejorar la planitud, rigidez y flexibilidad, permiten que la rasqueta se adapte mejor a las condiciones de la prensa, reduciendo tanto la deformación como el desgaste, y asegurando una aplicación uniforme de la tinta. Esto significa una excelente calidad de impresión y vida útil prolongada de la rasqueta. Además de proporcionar soporte estructural, las cuchillas de respaldo ejercen una presión uniforme sobre la rasqueta, optimizando la dosificación de tinta y mejorando la eficiencia de la transferencia. Su alta dureza y rectitud garantizan un proceso de impresión más estable, reduciendo defectos y minimizando la necesidad de mantenimiento.
Las especificaciones indicadas anteriormente son tamaños estándar, también podemos personalizarlas previa solicitud.
Las cuchillas de respaldo generalmente están fabricadas con acero al carbono, y su composición varía según el contenido de carbono, lo que influye en sus propiedades y rendimiento:
Nuestras cuchillas de respaldo están fabricadas de acero al carbono de muy buena calidad, lo que asegura una mayor durabilidad, precisión y un rendimiento constante en los procesos de impresión flexográfica y huecograbado.
La cuchilla de respaldo también conocida como cuchilla de soporte tiene una función clave: mantiene firme y estable la rasqueta durante el proceso de impresión. Gracias a su apoyo, la cuchilla mantiene el ángulo adecuado sobre el cilindro o la plancha, lo que permite que la tinta se dosifique y se elimine de forma uniforme y precisa. Por lo general, esta cuchilla de respaldo es ligeramente más estrecha (de 2 a 5 mm) que la rasqueta, lo que ayuda a optimizar el rendimiento.
Sin una cuchilla de respaldo, la rasqueta podría flexionarse más de la cuenta o aplicar una presión desigual, lo que afectaría la calidad de la impresión. Con el respaldo adecuado, se mejora la estabilidad, se reduce el desgaste y se mantiene una transferencia de tinta constante y controlada. Además, al reducir el esfuerzo directo sobre la rasqueta, su vida útil se alarga y los reemplazos se vuelven menos frecuentes. Es decir, se gana en calidad, eficiencia y ahorro.